Amigdalitis recurrente: ¿Cuándo es necesaria una cirugía?

Todos hemos pasado por una amigdalitis en algún momento de la vida. Esa sensación de tener la garganta en llamas, fiebre y dificultad para tragar es una pesadilla. Pero cuando esto se convierte en algo frecuente, es decir, si tienes más de 5 a 7 episodios al año, podrías estar lidiando con amigdalitis recurrente, una condición que puede afectar tu calidad de vida de forma seria.

Las amígdalas son una especie de filtro natural que atrapa virus y bacterias antes de que lleguen a otras partes del cuerpo. Sin embargo, cuando se inflaman constantemente, en lugar de ayudar, terminan convirtiéndose en el foco de infección. Las causas pueden ser varias, desde infecciones bacterianas (como el temido estreptococo) hasta virus como el Epstein-Barr (mononucleosis) o el adenovirus. En algunos casos, el problema no es la amigdalitis en sí, sino las complicaciones que puede generar, como abscesos, apnea del sueño o dificultad para respirar.

La mayoría de las veces, la amigdalitis se trata con antibióticos, analgésicos y reposo, pero si las infecciones son demasiado frecuentes, afectan tu sueño o incluso te hacen faltar al trabajo o a la escuela de forma constante, tu médico podría sugerir una amigdalectomía, es decir, retirar las amígdalas de manera definitiva. Aunque pueda sonar drástico, es una cirugía bastante común y generalmente tiene una recuperación rápida en adultos jóvenes. Después de la intervención, las personas notan una mejora en su salud general, menos infecciones y una gran diferencia en su calidad de vida.

Si sientes que los episodios de amigdalitis son muy recurrentes, quizás sea el momento de consultar con un especialista y evaluar si es necesario tomar medidas más definitivas.